La cena que elegí

Una simple cena puede ser el escenario de una historia de valentía. En este relato, Ana decidió, por primera vez, hablar abiertamente con su familia sobre su identidad de género. Entre platos, risas y silencios, se enfrentó al miedo de no ser comprendida, pero también descubrió el poder liberador de ser auténtica.

Romper el silencio

“La cena que elegí” representa esas pequeñas revoluciones cotidianas que cambian vidas. A veces, la aceptación comienza con una conversación sincera y con la valentía de decir: “esto soy”.

El respeto y la empatía son los ingredientes que toda sociedad necesita para garantizar que nadie se sienta fuera de la mesa.